martes, 28 de agosto de 2012

"LA REUNIÓN" Relato breve, que continúa en comentarios.

LA REUNIÓN

"Los cristales que cubrían el patio de la Plaza de Verduras, solitario fuera del día propio de mercado, se erigían en cómplices de aquella espera paciente por parte de Asunción Arizmendi.

Sentada en unos de los largos y altos bancos de madera que rodeaban la plaza, observaba el deambular saltarín de una paloma buscando con cierto desatino aquellas migas de pan olvidadas sobre el piso por otros visitantes diurnos que tal vez pasaran por aquél lugar antes de que comenzara anochecer. Asunción, había quedado allí con varias amigas suyas. Amigas que desde la distancia se mantenían unidas a ella durante el resto del año. María, Ángeles y Ana, habían decidido acudir a la cita después de posponer en diversas ocasiones ese momento que tanto anhelaban, pero que por unas o por otras circunstancias nunca parecía llegar. Amigas, todas ellas diferentes de cuna o manera de ser. Amigas, deseosas de compartir unos días de vacaciones juntas..."

miércoles, 22 de agosto de 2012

"MARIPOSAS" Relato breve, que coninua en comentarios

MARIPOSAS

Celia, sentada bajo el almendro de detrás de la casa, miraba fija hacia el firmamento dejando volar su imaginación llegando a desprenderse de su propia consciencia, mientras que a su alrededor el silencio estival de la hora de la siesta se adueñaba del entorno sumergiendo los suaves trinos de los pájaros y el cantar de las chicharras en un suspiro ahogado, que gracias a la ligera brisa llegada desde un manantial cercano convertía en idílico el lugar escogido para su momento de meditación.


Como cada tarde, decenas de mariposas revoloteaban en torno a ella. Mariposas, de mil colores. Diferentes en tamaño y en el dibujo de sus alas. Mariposas, que llegaban a colmarla de paz y sosiego. Mariposas...que desde muy pequeña, desde el recóndito lugar en el que se guardan recuerdos plagados de nostalgia y melancolía, siempre la acompañaron apartándola de la rutina diaria que paulatinamente consumía sus días al dejarse arrastrar por la monotonía y el hastío.

Allí, todo resultaba diferente. El mundo se paralizaba a sus pies, y poco parecía importarle lo que con toda seguridad le aguardaba al finalizar su periodo vacacional. Junto a ella, la compañía de un libro entreabierto por la mitad y una botella de agua fresca era todo lo que necesitaba para abstraerse de la cruda realidad. Aquel viejo caserón, parte de una herencia familiar, se había convertido en el refugio y parcela de aislamiento para esclarecer sus problemas sentimentales, que arrastrados desde el pasado atormentaban su presente y en la misma medida sus planes de futuro.

Quizás hubiera llegado el momento de tomar una decisión definitiva. Nada de más momentos aparcados añorando que el destino tomara una decisión en su lugar. Celia, no podía continuar viviendo aquella farsa convertida en costumbre, tan solamente reconfortada por esos inolvidables momentos de alcoba y promesas incumplidas que parecían trasladarla hasta el paraíso más incierto de su propio corazón. Ni un solo día más. No estaba dispuesta a continuar compartiendo el amor que sentía hacia él con nadie, ni un solo segundo más, y ya no sería Manuel, el que pudiera decidir o tomar ventaja en aquella situación. Él había dejado de ser ese patrón, que a la deriva y sin rumbo, gobernaba sin acierto su vida y la suya. Su futuro, ahora, estaba en sus manos, y ella era consciente por primera vez de ello.

En aquél duermevela, en el que las personas se hacen fuertes tomando decisiones respecto a los problemas cuando no se tienen frente a ellos, se vio sorprendida por el ruido lejano de un coche que parecía acercarse hasta la casa con prontitud.

- ¿Quien será? solo una persona sabe que me encuentro aquí.-pensó.- quizás algún despistado que se ha perdido.

Instantes después, el sonido del motor se esfumó y una voz conocida hizo que su corazón diera un vuelco.

lunes, 20 de agosto de 2012

" EL LUTHIER" (Relato breve, continúa en comentarios)

"EL LUTHIER"


Con cierta torpeza, pero con la ternura que siempre le hubo caracterizado, Ramón Alba, tomó entre sus manos aquél viejo violín cuya madera relucía de igual manera que el día en que fuera terminado de fabricar.

Durante décadas, aquél artesano de fama reconocida había prestado su talento a infinidad de músicos de renombre. Guitarristas, violinistas, violonchelistas…todos se enorgullecían de lucir los instrumentos de cuerda fabricados por el maestro Alba, especialmente para ellos. Pero aquél violín. Ese que a diario estremecía contra su pecho jamás estuvo a la venta pese a recibir infinidad de suculentas ofertas por el.
Arrastrado por la curiosidad, tras años de conocernos, al fin me atreví a preguntarle que misterio encerraba aquél instrumento del que nunca se hubo desprendido y al que dedicaba ese trato tan exquisito y cariñoso. Entonces, sin apartarlo de su regazo, me miró, y una leve sonrisa se dibujo en su rostro. Quedé mirándolo, y me lo ofreció para que lo cogiera.

- Cógelo. No es más que un violín.-me indicó sin dejar de sonreír.-

Al tener aquella joya entre mis manos sentí que la música que a veces encierran algunos instrumentos adormece en sus interiores para no ser compartida más que con quienes tienen la virtud de hacerlas aflorar. La exquisitez de la madera que rodeaba su alma y el trabajo realizado por aquél viejo Luthier, dejaban su impronta en el olor que lo embadurnaba de sabor e historia.

- ¿Por qué éste de entre cientos? – volví a preguntarle.- Nunca le vi tocarlo.

- Ni me verás. Solo durante una noche me dejó sacar lo mejor de el.-contestó.-

- Tome.-indique devolviéndoselo, como si un imán desease arrastrarlo de nuevo hasta sus manos.-

- Escúcheme hijo y entenderá el porqué me aferro a el.-suspiró acariciando con suavidad sus trastes.- El Luthier, me llaman tras años de duro trabajo entre estas cuatro paredes, cuando durante años, en mis comienzos, pocos valoraban mi arte a la hora de tratar estos materiales que puedes ver amontonados por cualquier rincón del taller. Ahora resultan magistrales mis trabajos, pero… cuantos salieron por esas puertas victimas del abuso del poderoso de antaño. Hace muchos años, con poco oficio aún, recibí el encargo de uno de ellos. “-Quiero un violín para mi hija, guitarrero.-vino a decirme aquél buen señor, que el diablo tenga en su seno con muy malos modales.- añadió, carraspeando.-“Como no hubiera podido ser de otra manera, esa misma tarde, me dirigí hacia su casa para tomar las medidas oportunas para su encargo. Necesitaba tomar las medidas de los brazos de hija. ¡Y cuando la vi! –exclamó, abrazando de nuevo el instrumento en su regazo.- poco me importó la prepotencia y despotismo de su señor padre. Sus ojos y los míos se fundieron en una sola mirada desde el minuto uno en que nos conocimos y comenzó así una historia de amor que aún en nuestros días perdura en el interior de mi corazón.-añadió, derramando unas lágrimas por sus mejillas.-..." ( CONTINUA EN COMENTARIOS).

martes, 14 de agosto de 2012

IV ENCUENTRO LITERARIO INTERNACIONAL "LETRAS DE LA POSADA"

RELATO DE SALMORELLI, EN EL ENCUENTRO. DEDICADO A MI AMIGA ASUN. UNO DE LOS TEMAS QUE MÁS LE GUSTAN. (Continua en comentarios)  "LA MINUTA DE SATÁN"

"Entre los asistentes a la última de las ponencias de aquél seminario sobre “Literatura mágica y libros malditos”, se encontraban prestigiosos escritores llegados de diferentes puntos de la geografía. Periodistas con renombre al frente de revistas especializadas, catedráticos nacionales de diversas universidades, insignes personalidades dentro del campo del fenómeno paranormal, investigadores consagrados por sus misterios resueltos o aún por resolver, y también un gran número de personas guiadas por la curiosidad de atender en directo a las explicaciones del afamado profesor Salvador Besteiro.

Eloisa Cebrián, periodista, hacía poco que había aterrizado en la redacción de la revista “La Espiral”, célebre entre aquellas que dedican sus artículos al mundo de lo inexplicable. Ella, como otros tantos jóvenes recién terminados sus estudios, se enfrentaba con verdadera pasión y entusiasmo a las tareas encomendadas desde su primer puesto de trabajo. Eloisa, había sido designada para cubrir aquél evento, y en ello parecía irle la vida. Durante las semanas previas se había documentado sobre los diferentes temas que iban a tratarse en busca de ese artículo que sirviera para afianzar un puesto en el seno de la Revista.

Besteiro, hombre curtido en cientos de investigaciones, en las que había incluso puesto en serio peligro su integridad física, enumeraba uno tras otro los títulos de las obras que a lo largo de toda la historia habían arrastrado tras ellas leyendas negras poco esclarecidas a pesar del paso del tiempo. Documentos, códices, novelas, colecciones, obras de teatro, evangelios…toda una sucesión de escritos que habían perdurado hasta nuestros días rodeados de un fatídico halo de misterio, magia, maldiciones, muertes… Escritos que habían sido confiscados, llevados a la hoguera, clasificados como materia reservada… Libros de autores conocidos, y también anónimos. Obras que vieron la luz a la sombra de claustros o monasterios…Conocimientos y revelaciones que pusieron en jaque a las sociedades de diversas épocas, y que habían creado el desconcierto entre eminentes investigadores y especialistas en la materia.
- El peligro se encuentra adormecido en ni se sabe cuantas obras que pueden caer en nuestras manos…en esas que pasan desapercibidas para una gran mayoría, pero que la magia y secretos que encierran pueden arrastrarnos de manera fatal hasta el abismo. No son casualidades que ciertas lecturas nos seduzcan o embrujen.-afirmó, el profesor.-

Su tono de voz, grave y parsimonioso. Su robusta apariencia enfundada tras un elegante traje oscuro de corte italiano. Sus gestos, y fácil y fresca verborrea, lo dotaban de un atractivo personal realzado por la iluminación del atril desde el que se dirigía a todos sus oyentes.

Tras una profunda y extensa exposición, dio pasó amablemente a la rueda de preguntas que los periodistas acreditados desearan realizarle buscando un titular para sus correspondientes medios. De esta manera, uno tras otro, fueron realizando ordenadamente sus preguntas hasta que llegó el turno para, Eloisa Cebrián..." -CONTINÚA EN COMENTARIOS...